El proyecto Chain Stories o cuentos en cadena, dirigido a alumnado que estaba en su primer año de aprendizaje de una lengua extranjera, estaba pensado para crear un entorno en el que los y las participantes pudieran divertirse a través de la escritura creativa en su lengua materna. El objetivo era motivar a los niños y las niñas a que tomaran conciencia de que podía resultar sencillo entender otras lenguas, además de propiciar un entorno de entendimiento y comunicación entre escolares de diferentes países europeos.
Así, cada escuela comenzaba una historia que, siguiendo una cadena, pasaba de centro a centro e iba completándose hasta finalizar. En cada cadena participaba un total de cinco centros, cada uno con una lengua materna diferente, pero dentro de una misma familia lingüística (por ejemplo, lenguas romances: francés, italiano, portugués, rumano y español). Por lo general, eran cinco países distintos quienes formaban parte del juego.
En esta propuesta, los alumnos y las alumnas extraían las ideas principales de las partes de la cadena ya escritas que recibían, descodificando lo narrado por compañeros y compañeras de otros países, y posteriormente creaban su parte de la historia. Dicha historia estaba basada en una plantilla abierta que, en su realización, contó con la participación de personas expertas en la enseñanza de idiomas a niños/as.